Hoy en día la fotografía ha alcanzado un lugar especial en la sociedad, podemos verlo y también comprobarlo en el mundo virtual de las redes sociales, lugar en el que subir fotos se ha convertido en algo cotidiano.

Si bien con un teléfono inteligente podemos hacer buenas fotos. Pero también la fotografía profesional ha alcanzado un punto bastante importante en el desarrollo mundial del ser humano. A este nivel, la complejidad de los equipos es más alta: se usan cámaras con mejores sensores, más rápidas, con más resolución y con lentes intercambiables.

El fotógrafo profesional sabe como combinar lentes tan variados que van desde un ojo de pez hasta un tele, cuyo valor estético y financiero depende en gran medida de la brillantez del lente. Mientras más luminoso, mejores fotos lograrán y más costoso será.

Se sabe que un lente sucio puede afectar la calidad de la imagen sin importar sus características, pero afortunadamente existen varios métodos de limpieza para la óptica de tu cámara. Es indispensable tener un kit de limpieza para estos artículos, que sencillamente y con poco dinero puedes armar.

Vale la pena invertir un poco de tiempo realizando el mantenimiento para que así pases más tiempo haciendo lo que más te gusta.

Materiales

Solamente necesitarás estos tres artículos:

• Soplador
• Brocha pequeña
• Toalla de microfibra

Pasos a seguir

Se puede combinar el uso de esos tres elementos aunque también funciona hacerlo de forma separada, ya que no es recomendable limpiar constantemente tus lentes porque los hacen más vulnerables a daños como rayones por ejemplo.

Puedes limpiar la suciedad superficial de tu lente, que en la mayor parte del tiempo son partículas de polvo, con el soplador. Aunque se debe ser cuidadoso de no expulsar saliva a la hora de expulsar el aire.

Con la brocha pequeña puedes «barrer» la suciedad sin causar ningún daño al lente, esto siempre verificando que no esté sucia ni llena de polvo o algún otro agente que pueda ensuciar la parte a limpiar.

Con la toalla de microfibra lo recomendable es limpiar en círculos suaves, para no arrastrar las partículas de polvo en direcciones que puedan significar un daño leve como un rayón delgado en la superficie del lente.

Limpieza con líquido limpiador

El método descrito arriba debe bastar para mantener limpio un lente en condiciones normales. Sin embargo, a veces conseguimos huellas marcadas en el lente o restos de grasa del cuerpo, por lo que hace falta una limpieza más profunda.

De forma alternativa o adicional puedes limpiar tus objetivos con líquido limpiador y con una gamuza de microfibra. Esta debe ser muy suave, similar a la que se usan para limpiar anteojos.

Realiza la operación antes descrita y una vez que compruebes que has removido las partículas de polvo, humedece una parte de la gamuza con el líquido limpiador. No apliques el líquido directo al lente, sino a una parte de la gamuza.

Frota suavemente en forma circular la gamuza humedecida contra el lente. Procura hacerlo del  centro hacia el exterior del mismo, para cubrir toda la superficie.

Frota por mayor tiempo los lugares donde estén las manchas de grasa, hasta removerlas. No hace falta aplicar más fuerza, sino tener constancia.

Finalmente, con l parte seca de la gamuza, seca los restos de líquido. Mantén el movimiento circular en esta operación.

Recomendaciones

• Por lo general la cámara siempre va a estar expuesta al polvo, ya que se encuentra en todos lados, lo recomendable es tener siempre en sus bolsos cada lente, protegidos por algún paño y no estar en una constante limpieza de estos equipos ya que puede terminar sensibilizando demasiado al lente a posibles daños.
• Otra recomendación es utilizar filtros para la protección directa de tus objetivos y hacerles una limpieza esporádica como se le haría a un propio lente.
• No guarde sus lentes nunca sin los protectores, de ambos lados. Un rayón o sucio pueden dañar sus imágenes.
• Mantén los lentes en lugares secos, la humedad puede generar hongos o dañar sus mecanismos electrónicos.

Fotografía: @Luishurtado8