Como limpiar una joya antigua?
Hay varias formas de limpiar las joyas antiguas, muchas de ellas son muy sencillas de hacer en casa y dan unos resultados fantásticos. Aquí las expongo.
Limpieza básica:
Una forma muy sencilla de limpiar las joyas antiguas es usar algo tan cotidiano como un cepillo de dientes y limpia vajillas.
El cepillo debe ser de cerdas blandas (uno infantil,por ejemplo) y si es posible, de buena calidad. Lo único a resaltar es que las gemas porosas (coral, perlas, turquesa, malaquita, etc) pueden dañarse si son expuestas mucho tiempo a productos muy fuertes. Para joyas que incluyan este tipo de piedras, es mejor usar gel de baño (siempre sin crema hidratante, que deja pringue), champú u otro jabón de aseo personal. Tras cepillar bien por todos lados con abundante jabón, enjuagar bien, secar ligeramente con una toalla o papel secante, soplar fuerte entre las rendijas existentes para sacar restos de agua, volver a pasar la toalla y dejar secar el resto al aire. Atención: es muy recomendable realizar la limpieza sobre un recipiente cerrado o sobre un lavabo/lavadero con el tapón puesto, ya que es posible que alguna piedra salte y se escape por el sumidero de otro modo.
Limpieza con baño de amoníaco:
En una olla se vierte agua, amoniaco y limaduras de jabón verde (o similar). Se introduce en la solución las joyas antiguas y se lleva a ebullición. Se mantiene hirviendo durante un rato (entre 5 y 10 minutos) y listo. Esta forma de limpiar es muy agresiva. Las esmeraldas pueden salir dañadas si están tratadas con relleno de aceite (la gran mayoría lo están). Las piedras porosas no deben en ningún caso limpiarse de este modo, pueden resultar gravemente dañadas. Brillantes, zafiros y rubíes soportan perfectamente este modo de limpieza.
Limpieza con vapor:
Para recovecos a los que no logramos llegar, podemos usar un simple limpiador de vapor doméstico (la bien conocida vaporeto). Hay que usarla siempre con cuidado de no quemarnos nosotros (las piedras soportan bien el calor) y cuidarse un poco de no hacer demasiada fuerza con el chorro de vapor, ya que puede hacer también que salte alguna piedra (es raro pero posible). En cuanto a las piedras porosas, pueden limpiarse al vapor, pero siempre cuidando de no exponerlas a demasiado calor, ya que de recalentarse mucho pueden estropearse. Pueden soportar exposiciones cortas a vapor caliente (suficiente para no hacer que la gema se caliente en exceso) o exposiciones indefinidas a vapor más frío (alejar la gema de la salida de la pistola de vapor).
Limpieza con baños profesionales:
Existen líquidos a la venta en establecimientos especializados que limpian el oro, la plata y otros metales por sí mismos, sin la acción de un cepillo, trapo ni nada parecido. Éstos son útiles para la limpieza del metal, pero no de las piedras (generalmente). Además son una alternativa cara y ponen en cierto peligro a las piedras porosas. No son una opción recomendable.
Limpieza por ultrasonidos:
Consiste en sumergir la joya en un baño de un cierto fluido contenido en una máquina que genera ultrasonidos. La acción de éstos con el líquido consigue una limpieza muy profunda en todas las zonas de la joya. Pero tiene dos inconvenientes: el aparato de ultrasonidos es realmente caro, por lo que es casi seguro que haya que acudir a una joyería para que nos realicen la limpieza. Además es un método medianamente agresivo, tanto por el fluido como por los mismos ultrasonidos, por lo que no es recomendable introducir piedras porosas ni esmeraldas u otras piedras que tengan muchas fisuras, ya que podrían quebrarse.
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